Una joven paciente, que presentaba una sutil giba osteoartilaginosa y una notable falta de definición en la punta nasal, acudió a nosotros con el deseo de obtener un perfil nasal más suave y femenino, específicamente solicitando un dorso curvado.

Tras una cuidadosa evaluación, optamos por una rinoplastia ultrasónica, una técnica avanzada que nos permitió abordar sus necesidades específicas con gran precisión.

Durante el procedimiento, nos enfocamos en remodelar delicadamente el dorso óseo para suavizar la giba, a la vez que trabajamos en lograr una definición máxima de la punta nasal para crear una armonía perfecta con el resto de sus rasgos faciales.

El resultado fue un cambio estético significativo, que no solo cumplió con las expectativas de la paciente, sino que también realzó su belleza natural, proporcionándole una gran satisfacción con su nueva apariencia.